Escapadas de fin de semana en Almuñecar

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Escapada de fin de semana a Almuñécar: atardeceres idílicos con más de 2000 años de historia

Situada en un enclave privilegiado en la costa de Granada, la población de Almuñécar le sorprenderá por sus bellos paisajes y la hospitalidad de su gente.

Con más de 2000 años de historia y 19 kilómetros de costa, no es de extrañar que Almuñécar sea el uno de los lugares más populares de la costa andaluza. Escudriñe el pasado de esta ciudad milenaria por la que pasaron fenicios, romanos y árabes, y en la que dejaron su histórico legado. Almuñécar le espera, aproveche ahora las ofertas de hoteles 4 y 5 estrellas que hemos seleccionado para usted y sumérjase en un mundo de sensaciones.

Un fin de semana en Almuñécar histórico

En Almuñécar, el viajero podrá contemplar las huellas de antiguas civilizaciones. Uno de los puntos de mayor interés es el Acueducto Romano, la obra romana mejor conservada de la localidad y que en tiempos llevaba el agua desde el río Verde hasta Almuñécar. Del siglo V a.C., época en la que la ciudad basaba su economía en la producción de salazón de pescado y garum, una especie de paté realizado con las vísceras restantes, data la Factoría de salazones, que se puede contemplar en el centro histórico de la ciudad. Otra de las visitas esenciales es el Castillo de San Miguel, que con una amalgama de estilos romano, árabe y cristiano ofrece unas maravillosas vistas sobre la ciudad.

Los peñones de San Cristóbal, símbolo de Almuñécar

Estas tres formaciones rocosas situadas en la punta de San Cristóbal son uno de las vistas más características de Almuñécar. Declarados monumento natural, separan en dos las playas de la ciudad. El primero de los peñones, el Peñón del Santo, constituye un mirador excepcional desde el que disfrutar de una magnífica puesta de sol mientras escucha el sonido del mar y las aves que surcan el cielo.

Gastronomía en Almuñécar, la mezcla perfecta del mar y la tierra

La personalidad de Almuñécar no solo se hace patente en sus calles, también en sus cocinas. La gastronomía de la ciudad es una mezcla perfecta de productos del mar y de la tierra. Situado en una zona óptima para el cultivo de productos tropicales, estos se combinan con lo mejor del mar para crear exquisitos platos, tales como sopas, arroz caldoso, potajes, escabeches de pescado, además de las parrilladas, frituras y las tradicionales sardinas espetadas. También en la gastronomía queda patente su historia, pues destacan especialidades con influencia de antiguas civilizaciones, como la cazuela mohína, de origen árabe, o el merengazo, un dulce de pasta de almendra de origen sefardí con crema pastelera y finalizado con un merengue en forma de S.