Al pensar en los paisajes de Marruecos, muchos piensan en el árido desierto del Sahara, las largas playas de arena y las montañas del Atlas. Los zocos y las ciudades históricas también pueden venir a la mente cuando se piensa en la nación del norte de África. Sin embargo, Marruecos ciertamente no carece de paisajes exuberantes y aguas fluidas. Prepárate para visitar los espléndidos parques naturales y sorpréndete con las cascadas enclavadas entre las rocas de los valles bereberes y con los lagos del país.

A tu llegada a Marrakech, serás recibido por un representante en el aeropuerto, quien te entregará un programa detallado de los próximos días de tu circuito con todas las coordenadas. Te dirigirá hacia tu vehículo privado y te trasladará a tu hotel.

Cena y noche en el hotel Palm Menara o similar.

Día 2: Plateau de Kik - Asni - Imlil - Ourika

Después del desayuno, hoy será una excursión excepcional hacia los plateaus del Alto Atlas y el lago Takerkoust, a 70 km de Marrakech.

Primero, tomarás la carretera asfaltada para dejar atrás las llanuras de Marrakech. Pequeños pueblos, plantaciones de olivos y vegetación exuberante te llevan al valle de Ghighaya. Son tierras verdes notables, donde descubrirás el pintoresco pueblo bereber de Sidi Fares, rodeado de olivos, higueras, nogales, campos de membrillos, ciruelos, manzanos y almendros. A 1800 m de altitud, la vista es espléndida, con los picos nevados del Atlas como telón de fondo.

Descenderás hacia el valle de Ourika, dominado por la cordillera del Alto Atlas con un magnífico panorama del macizo del monte Toubkal.

Llegarás al pueblo de Setti Fatma. Con un clima agradable, rodeado de campos agrícolas, olivares, huertos de almendros y cerezos, la carretera que atraviesa el valle es sinuosa y empinada. La naturaleza es exuberante y abundante en primavera después de la temporada de lluvias, con su tierra roja brillante y sus colores terracota. El aire es más fresco a medida que asciendes (puedes sentir una diferencia de 15 grados en verano) a través de una sucesión de vistas panorámicas impresionantes.

Setti Fatma es, de hecho, un pintoresco pueblo bereber, atravesado por un río que alberga 7 cascadas en sus alturas. La primera cascada está a solo 30 minutos a pie a través de un sendero rocoso y pequeños arroyos de agua. Un pequeño estanque al pie de la cascada permite a los lugareños refrescarse después de la ascensión durante los meses calurosos del verano.

Cena y noche en Auberge Chez Karim o similar.

Día 3: Ourika – Tighdouine – Sidi Rhal – Ouzoud

Cruzarás de un valle a otro hacia las magníficas cascadas de Ouzoud siguiendo una ruta secreta.

Continuando el descenso hacia Sidi Rhal, harás una parada en el Lago Ait Adel para un breve descanso antes de llegar a las famosas cascadas. Observarás monos Macaco entre las plantaciones de olivos y disfrutarás de las vistas panorámicas desde el mirador.

Desayuno y cena incluidos.

Noche en Riad Ouzoud Domaine M.

Vislumbra las cordilleras del Alto Atlas de camino a Imilchil y Tinghir, deteniéndote primero junto a las cristalinas aguas de un lago. Pasa por los pueblos bereberes de Tigelfte y Boutferda y llega a la región de Ait Hididou, donde muchas culturas tribales se han mezclado durante siglos.

Relájate en los alrededores del "lago Tislit" antes de dirigirte al desfiladero de Todgha, en la parte oriental de las montañas del Alto Atlas, donde una falla de 300 m de profundidad divide la caliza anaranjada en un profundo barranco.

Desayuno y cena incluidos

Noche en el hotel Kabsah Tomboctou

Admira el impresionante paisaje del valle del Dades, con nieve a un lado y semidesierto al otro. El trayecto es espectacular, con cientos de kasbahs a lo largo de la ruta, serpenteando entre aldeas bereberes, palmerales y el extenso paisaje lunar de Jebel Saghro al Sur.

Deténte primero en Kalaa Megouna, que significa «Valle de las Rosas», y en Ouarzazate, conocida ahora por haber aparecido en varias películas como Juego de Tronos, El Príncipe de Persia y La Momia.

Visita del Ksar Ait Benhaddou -un conjunto colectivo de viviendas- y continuación por la ruta de la antigua carretera de las caravanas de sal de Marruecos hasta las minas de sal.

Desayuno y almuerzo incluidos

Noche en el Palm Menara

Día 6: Regreso a casa

Desayuno en el hotel

Traslado de salida al aeropuerto de Marrakech

Fin del servicio

En cada etapa del recorrido, te alojrás en habitaciones estándar en hotel o riad, cuidadosamente seleccionadas para ti.

Tus hoteles durante el circuito:

Marrakech: Palm Menara 4* (o similar)

Ourika: Auberge Chez Karim (o similar)

Ouzoud: Riad Ouzoud Domaine M (o similar)

Tinghir: Hotel Kasbah Tomboctou (o similar)

¡Pasa una velada inolvidable con cena y espectáculo! Entra en Chez Ali Fantasia Show y déjate hechizar por grupos folclóricos que te entretendrán con un deslumbrante espectáculo de bailarinas del vientre, tragafuegos, alfombras voladoras, magos y te sumergirán en toda la fantasía del lugar... 

Embárcate en una excursión de un día por la cordillera del Alto Atlas hasta una región virgen, donde tendrás la oportunidad de ver y descubrir kasbahs (ciudadelas fortificadas) pueblos bereberes tradicionales. 

Viaja a la "Puerta del Sáhara" y descubre un paisaje impresionante bordeado de Kasbahs y palmerales. Gracias a tu guía, conocerás todos los secretos de esta región con un rico patrimonio natural y cultural. 

Pasea por los zocos de la medina y descubre artesanías que podrás llevarte a casa, admira los famosos monumentos mientras tu guía te explica el colorido pasado de la ciudad y recupera fuerzas con un delicioso almuerzo servido en un restaurante marroquí de estilo riad.

Muy popular entre los marroquíes que buscan escapar del calor o del bullicio de Marrakech, el valle del Ourika es un exuberante oasis a los pies de la impresionante cordillera del Atlas. Aléjate de la ciudad y explora los verdes pueblos, huertos y vegetación de la región. 

Acompañado de un guía y evitando colas, visita lugares imprescindibles de Marrakech: el Jardín Majorelle y el Museo Yves Saint Laurent.

A los pies de los picos nevados del Alto Atlas, sal a la aventura por las vías bereberes al encuentro de sus habitantes y sus tradiciones.

Tierra de aventura, de leyenda y de encanto. La mágica tierra marroquí es todo un laberinto de aromas, de colores y de sensaciones, como la medina de Marrakech. Viajar a Marruecos es conocer los orígenes, en gran buena medida, de la procedencia de nuestra cultura, nuestra arquitectura e historia. Todo aquel que viaja al país vecino regresa con el hechizo de su sonrisa y alegría. Se trata, sin duda, de un destino ideal para realizar una bonita escapada, o realizar un circuito por sus arenosos y rocosos paisajes.