En el Riad & Spa Laurence Olivier 4*, el tiempo adquiere otro ritmo. Te esperan espacios diseñados para desconectar: patios íntimos donde el agua fluye con serenidad, una terraza elevada para saborear jugos naturales bajo el cielo marroquí y rincones llenos de luz que invitan al descanso.
Podrás empezar el día con un chapuzón en la piscina climatizada o dejar que el sol te envuelva en el solárium. Para entregarte al bienestar, nada como un hammam tradicional, donde los secretos ancestrales de la belleza marroquí te ofrecerán una pausa revitalizante.
Fuera del riad, Marrakech despliega todo su magnetismo: desde los zocos llenos de color y aromas hasta los majestuosos palacios como el de la Bahía o el de El Badi. Los jardines secretos, los museos y la famosa plaza Jemaa El Fna te invitan a explorar la riqueza cultural, histórica y artística de la ciudad.