Nuestra guía de viaje a Marrakech para vacaciones inolvidables
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¿Quieres viajar a Marrakech pero no sabes lo que te vas a encontrar?
Seguro que te suenan los cuentos de “Las mil y una noches”, ¿verdad? Viajar a Marrakech es como adentrarse en una de sus fábulas, solo que con la ventaja de poder hacerlo a través de los cinco sentidos. Marrakech es una ciudad clave para aproximarse a la cultura oriental en toda su magnificencia: su gente, su cultura, sus calles, sus aromas… Todo contrasta con lo que hayas podido conocer hasta ahora. Tiene infinitos lugares de interés cultural y, además de ser un paraíso para los amantes de la naturaleza por su cercanía con el Sáhara y el Atlas, ofrece actividades muy variadas para disfrutar de su riqueza.
Las 10 cosas que no puedes dejar de hacer si estás en Marrakech
1. Beberte un zumo de naranja en alguno de los puestos de la Jemaa el Fna
La plaza más importante de la ciudad cuenta con decenas de puestos idénticos para tomar zumo, así que no esperes que los mercaderes escatimen en esfuerzos para llamar tu atención.
2. Regatear a los vendedores de la medina que intenten engatusarte
El zoco está lleno de auténticos profesionales que intentarán vendértelo todo. Son amables y divertidos, pero no dejes de hacerles tu contraoferta si algo te interesa para lograr un precio justo.
3. Escaparte al desierto para ver un amanecer irrepetible
En este caso, madrugar está más que justificado. Si a ello le sigue un paseo en camello y un desayuno tradicional, mejor que mejor.
4. Comerte un espectacular tají
Sin cubiertos, es decir, ¡con las manos! En Marruecos es habitual que se comparta un solo plato entre todos los comensales y que se utilice el pan a modo de cuchara. Rebañar es una práctica habitual entre los marroquíes.
5. Visitar un hammam para volver a nacer
Nada como un baño tradicional para relajarse en cuerpo y mente. La combinación de distintas temperaturas con el vapor y los masajes convierten esta experiencia en algo verdaderamente imprescindible.
6. Tomar té con menta siempre que surja la oportunidad
Los verás tomando té a todas horas, así que no te extrañes si en algún momento alguien te invita a tomar uno en su tienda. Lo tienen siempre listo.
7. Deleitarse con los olores de la Plaza Rahba Kedima, situada en el zoco
Las especias son el olor y el color constante de toda la ciudad. Esta es la plaza en la que se concentran sus vendedores, por lo que se garantiza el espectáculo visual y olfativo.
8. Visitar los palacios, los jardines, los museos y los cementerios de la ciudad
La oferta cultural e histórica de Marrakech es amplia y muy variada, por lo que no faltarán los lugares que hay que conocer. El Palacio El Badi, Dar si Said, los jardines de Yves Saint Laurent o Mellah son algunos de los sitios que no hay que olvidar ver.
9. Acercarse a Essaouira, Ouzoud o Merzouga
Visitar un pueblo costero, unas cascadas naturales o el mismísimo desierto, respectivamente, son cosas que hay que hacer si se dispone del tiempo para ello.
10. Ponerse una chilaba con babuchas y hacerse un turbante
La indumentaria tradicional es uno de los aspectos que más llama la atención cuando se visita Marruecos. No puedes dejar pasar la ocasión de verte con sus túnicas y atuendos.
¿Cuál es la mejor época para ir a Marrakech?
La ciudad de Marrakech recibe infinidad de turistas durante todo el año. Se vaya en una o en otra época, la afluencia de gente por sus calles siempre será considerable. Aun así, quizás por una mera cuestión climática, es mejor viajar en primavera o en otoño que en los meses propiamente de verano. También es verdad que en Marruecos las festividades religiosas juegan un gran papel en la vida de la ciudad, por lo que es importante echarle un vistazo al calendario islámico antes de ir. El mes de Ramadán suele vivirse por los marroquís con menor intensidad (¡durante el día!), así que en esa época no es descartable encontrar tiendas cerradas o calles relativamente vacías hasta la caída del atardecer.
¿Qué opciones hay para llegar hasta allí?
Lo más fácil es desplazarse en avión. Hay varias ciudades en España que tienen conexión directa con la Ciudad Roja, así que en menos de 3 horas se puede estar allí sin ningún problema. Madrid, Barcelona, Sevilla, Santander y Las Palmas de Gran Canaria son ciudades con líneas que vuelan regularmente a Marrakech. También es posible llegar a Marruecos en ferry desde varios puntos de Andalucía o Barcelona, pero ello requiere una mayor inversión de tiempo. Como Marrakech se encuentra al sur del país, viajar en barco supondría tener que coger un tren o un autobús para poder recorrer los 600km que separan la ciudad de la costa Mediterránea. Las conexiones interiores para desplazarse por Marruecos, aun así, son bastante buenas y son toda una experiencia.
Mapa de Marrakech
¿Y para el alojamiento?
La oferta de Marrakech para alojarse es amplísima. Nosotros te dejamos aquí las señas de tres hoteles con muy buenas referencias para que te hagan sentir como en casa.
Palais Blanc Riad. Es un riad tradicional de lujo y está a tan solo 15 minutos de la plaza Jemma el Fna. Incluye los desayunos, tiene restaurante y ofrece un amplio catálogo de actividades con descuentos. Su precio ronda los 150-200 euros/noche.
Hivernage Hotel & Spa 5*. Se encuentra también a un cuarto de hora a pie de la plaza neurálgica. Incluye desayunos, 20% de descuento en todos los tratamiento de spa y un masaje gratuito por cada habitación que se reserve.
Adama resort 4*. Es una villa tradicional de adobe que se encuentra a las afueras del centro (a 15 minutos en coche). Tiene unas vistas impagables hacia la cordillera del Atlas y también incluye una sesión de hammam exfoliante.
La agenda cultural de Marrakec
Quizás por los reputados estudios cinematográficos de Ouarzazte, Marrakech acoge uno de los festivales más importantes del mundo del cine: el International Film Festival. Suele celebrarse la primera semana de diciembre y lleva organizándose desde el año 2001. A él acuden célebres personalidades además de un sinfín de apasionados del sector.
También en Marrakech se celebra cada año el Oasis Festival, que es un encuentro de música electrónica, house y techno en el que se reúne cada año un cartel muy extenso de Dj’s y artistas. Suele ser a mediados de septiembre y, igual que el anterior, es un imán para los apasionados de este tipo de música.
El mes de Ramadán y la fiesta del cordero (Aid-al-Kebir) también movilizan a mucha gente en Marruecos. Como estas dos festividades dependen del calendario lunar por su carácter religioso, son rotativas y nunca se celebran en las mismas fechas. Es importante tener en cuenta que, durante las mismas, algunos establecimientos comerciales permanecen cerrados o con horarios alterados.
Sabes que Marruecos es un país musulmán, ¿verdad?
Tienes que tener en cuenta que la religión oficial de Marruecos es el Islam, por más que conviva con otras muchas creencias como la judaica o la cristiana. Esto es en buena medida lo que confiere a la ciudad el aire exótico que tanto nos gusta, pero es importante no olvidar que los musulmanes le profesan un gran respeto a la intimidad para no caer en la indiscreción. Precisamente por esto mismo es recomendable intentar no desentonar con la vestimenta y, sobre todo, no mostrarse efusivamente cariñoso en público si se viaja en pareja. Lo más probable es que no sucediera nada si no se observaran estos consejos, pero es fundamental evitar que las personas oriundas puedan sentirse incómodas u ofendidas. ¡Estamos en su casa!
Nuestros consejos prácticos para viajar a Marrakech
¿Con qué tengo que llenar mi maleta de vuelta?
Cuando estés paseando por el zoco de la ciudad es probable que sientas la tentación de comprarte una maleta nueva (¡y vacía!) para traerte infinidad de cosas de vuelta. Ten cuidado porque ¡los vendedores de la medina son unos auténticos expertos de la ciencia del engatuse! Quizás acabes queriendo comprarlo todo por el arte y la dedicación del vendedor que te atiende, pero lo que verdaderamente no puedes olvidar es lo siguiente:
Especies. Las hay de todos los colores y para todos los gustos.
Productos cosméticos. Son unos profesionales de los autocuidados y venden mejunjes para todo lo que se te pueda ocurrir.
Babuchas o juegos de té. Si tienes que llevarle algo a alguien, olvídate de los imanes y llévale algo propiamente marroquí.
Algo textil. Que sea una pashmina, una chilaba o incluso una alfomba es lo de menos.
Artesanía. Aquí las opciones para elegir son varias: alfarería, cestería, trabajos en cuero, joyería…
Comida. Quizás unos dulces para el viaje de vuelta y… ¿algo de té para revivir la experiencia estando ya en casa?
¿Qué moneda se usa en Marruecos?
Se utiliza el dírham. Aunque los tipos de conversión varían a diario, puedes quedarte con la idea de que 1 dírham equivale aproximadamente a 10 céntimos de euro. Puedes cambiar tu dinero antes de viajar u ocuparte de ello una vez que hayas llegado allí. El propio aeropuerto tiene un stand para el cambio, si bien es cierto que también encontrarás establecimientos para ello en la propia ciudad. Muchas tiendas admiten el pago con tarjeta, así que no te preocupes si no quieres cargar con todo el dinero en efectivo. También puedes utilizar los cajeros de allí para sacar efectivo a medida que lo vayas necesitando, pero en este caso es importante que consultes antes en tu entidad bancaria el coste que tales operaciones pueden tener.
¿Qué hora es allí cuando aquí son las 12’00h?
Fácil, las 11’00h. Marruecos va siempre una hora por detrás, ¡como las Canarias!
¿Tengo que saber árabe para poder ir a Marrakech?
Descuida, buena parte de los marrakechís no tienen nada que envidiarle a Miguel de Cervantes, así que en principio no hace falta ni que domines el inglés para poder moverte por allí. Dado que el turismo es un pilar clave para el desarrollo de la ciudad, quienes trabajan de cara al público han tenido que aprender a desenvolverse en infinidad de idiomas. Distinta sería la cuestión si quisieras desplazarte a alguna aldea de interior menos turística, pero si no, que no te preocupe. Allí lo que hablan es el dariya (el árabe magrebí), pero también es posible encontrarse con bereberes que hablen su propia lengua.
¿Cómo puedo ir de un sitio a otro en Marrakech?
Lo normal allí es coger el taxi para todo. Sí, sí, ¡para todo! Hay dos clases de taxis en Marruecos que debes aprender a distinguir para que tu billete no se convierta en una odisea. Los “grands taxis” son los que se comparten con todo el mundo: el conductor irá parando y recogiendo gente a lo largo de todo el trayecto para ir organizándose el viaje como mejor le convenga. Es una experiencia curiosa, si bien es cierto que a veces puede dar lugar a situaciones incómodas si no se habla árabe. Los “petits taxis”, sin embargo, funcionan como los taxis que conocemos aquí: su capacidad se reserva toda para ti y no tienes que compartirlo con nadie.
Importante es que verifiques que funcionan con el taxímetro (o que pactes la tarifa antes de subir), que sepas que en los “grands taxis” caben hasta 7 personas (dos delante, 4 detrás y el conductor) y, sobre todo, que no te asuste la forma en que conducen. A veces parece que no, pero saben lo que hacen.
¿Cuántos días se necesitan para verlo todo?
Esta es una pregunta trampa porque la duración ideal de la escapada depende de lo que se quiera ver. La ciudad de Marrakech en sí puede verse en unos 3 días, pero es interesante aprovechar que se está allí para conocer los imponentes alrededores de la Ciudad Roja. Essaouira, Ouzoud o las gargantas del Dadés y del Todrá son destinos que no requieren más de un día adicional por cada uno de ellos. La visita al desierto de Zagora o de Merzouga sí puede requerir 2 o 3 días más de viaje, pues hay que desplazarse a través del Atlas y es prácticamente obligado hacer noche allí. Por otra parte, ambos puntos del Sáhara y las gargantas antedichas quedan dentro de la ruta de las Kasbahs, así que quizás valga la pena alargar la estancia en 4 días más para poder conocer también la Kasbah de Ait Ben Hadou o de Taourirt.
Cosas que tienes que comer en Marrakech sí o sí
- Tajin: de pollo, de cordero, de verduras, ¡de lo que quieras!
- Pastela: dulce y salado en un mismo plato.
- Cuscús: allí es tradición comerlo todos los viernes después del culto.
- Bissara: puré de habas bien gustoso.
- Harira: la sopa más completa que podrás comer jamás.
- Zaalouk: caviar de… ¡berenjena!
- Touajen y Hout: estofados de carne o de pescado con sabores muy intensos.
- Kefta: carne picada aderezada de mil formas.
- Meshwi: cordero para ocasiones especiales o días festivos.
- Kaab el Ghzal: no podía faltar la repostería marroquí, ¡deliciosa!
Marrakech: ¿Con qué presupuesto tengo que contar?
Hay dos tipos de turismo muy diferenciado en Marruecos: el que persigue el lujo y el que busca la inmersión. En general los precios marroquís son más asequibles que los españoles, pero si lo que se quiere es lujo, el listón del gasto puede no tener fin. Marrakech entiende mucho de comodidades y para muchas personas las vacaciones son precisamente eso, desconexión y comodidad.
Si lo que se busca es un viaje económico, es importante saber que un menú completo puede salir por menos de 5 euros. Esto puede conllevar, eso sí, alejarse un poco del centro neurálgico para pasar la noche o tener que comer en sitios verdaderamente oriundos.
A partir de ahí, es posible encontrar alojamientos cuyo precio ascienda hasta alcanzar las mismas tarifas que tendríamos en España. La comida siempre va a ser más barata que aquí, pero ese ahorro puede verse compensado con las muchas actividades que ofrece la ciudad: escapadas al desierto, paseos en quad, masajes en el hammam… Las escapadas pueden encontrarse por 100-200 euros, pero en Marruecos todo depende de las habilidades que tengamos para el arte de regatear.
¡No te olvides de presupuestar una partida para recuerdos y regalos porque seguro querrás comprar muchas cosas!
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